La bella Liliht Part 1
José había llegado a casa de su
tío Ricardo por encargo de su padre después de varios intentos por reformar su
vida, al terminar el colegio José, lo único bueno que había hecho fue buscar
trabajo, descarto el estudio ni bien piso el portón de salida de su colegio, se
dedico a una vida liberar de trajo y mujeres, hasta que una noche en un
huarique victoriano una de esas mujeres hecho en su bebida una sustancia que casi
lo envía directo a otro mundo, motivado por esa mala experiencia acepto la
propuesta de su padre de viajar a casa de su tío Ricardo en lima y prepararse
para postular a la policía.
Ricardo de 34 años de edad tenía una
vida bohemia que su familia no sabía, el llevaba la vida de un gerente de banco,
vivía en una zona exclusiva de Miraflores en un departamento de soltero, vestía
con ropas de marca, y accesorios de alto precio, además de un auto que era la
envidia de todos sus vecinos del edificio. Todo esto le parecía extraño a José
cuando al preguntarle a su tío a que se dedicaba, el dijo ser cajero del BCP, ¿Cómo puede darse la vida que se da si es
un cajero? ¿Cómo puede tener un auto de ese tipo? Y ¿Cómo puede pagar el
arriendo de este departamento? Para José le era extraño todo eso, pero no le
dio importancia si podía disfrutar de lo que tenía, además tal vez era mejor no
saber mucho, lo más posible era que Ricardo se dedicara a cosas ilícitas ¿Era narco? ¿Era jefe de alguna banda? Así
que mejor era no preguntar mucho, ni saber mucho.
Lo primero que vas hacer
para vivir aquí es, dejarme de llamar tío y empezar a decirme Richard, vamos no
soy tan viejo para que me digas de esa forma. Para José cada vez más
las cosas se le facilitaban, el hecho de llamar a Ricardo por su nombre y no
tío le daba la confianza para hacer sus cosas con más libertad. Así que desde
el primer día que llego se sintió mucho más libre que antes, pero no podía
decepcionar una vez más a su padre, lo que lo llevo a matricularse en una academia.
José hacia sus cosas con libertad
a pesar que no hacía nada malo en extremo; consiguió una novia en la academia,
tuvo por ahí un par de pleitos que Ricardo supo sacarlo de aquellos embrollas
en los que se había metido. Lo único que a José le llamaba la atención era
porque Ricardo cada vez que escuchaba un silbido por las noches salía y regresaba dos o tres horas después muchas veces con
depósitos de comida, que era más que obvio habían sido comprados en los más
exclusivos fast food de Miraflores,
junto con un rollo de billetes y hasta bolsas con ropa fina, cada vez que
regresaba llamaba a José y le daba de comer Josep, ven come que esta buenazo. José
solo comía, y recibía de su tío los billetes que sacaba del rollo, pero José no
podía mas con su curiosidad, quería saber de dónde Ricardo sacaba dinero para
poder vivir como lo hacía sin trabajar mucho; así que tomo valor y le pregunto:
-¿Adonde vas cuando se escucha
ese silbido por las noches?
-Así que lo habías escuchado-
dijo Ricardo – Pues no seas curioso, que la curiosidad mato al gato.
-Quiero ir contigo- Dijo José sin
temor alguno.
-No seas atrevido Josecito, no
seas atrevido y ya deja de joder que tienes que ir a estudiar ¿No?
Pero José quería saber de dónde
salía tanto lujo sin hacer nada, así que decidió huronear en la vida de Ricardo
y decidió seguirlo. Llego la noche y unas horas después el intrigante silbido,
así que se levanto tratando de hacer el menor ruido para que su tío no viera
que pretendía seguirlo, pero grande fue su sorpresa cuando escucho decir a
Ricardo Josep,
vamos acompáñame. José no lo dudo ni un minuto, fue junto a Ricardo como
dos par de argonautas encantados por el silbido de una sirena, por alguna razón
que no entendía José, se sentía emocionado más que nervioso; por fin sabría de
donde sale todo lo que Ricardo tenia y tal vez el podría tener algo de eso, sea
lo que fuere, yo me meto a la vaina, si es que así puedo vivir como lo hacer
Richard se decía José. Mientras bajaban por el ascensor del
edificio, salieron de este y avanzaron media cuadra cuando entonces una silueta
se asomo a la esquina ¿Será ese su contacto de Ricardo? ¿En qué
mierda estará metido este men? Se preguntaba José. La sombra de
aquella persona dio la vuelta a la esquina y Ricardo dijo a José:
-Volteamos a la izquierda Josep.
-¿Por dónde volteo esa sombra?
-Eres muy observador Josep, así es.
-¿Entonces vamos hacia la plaza? ¿No
es un lugar donde hay mucha luz?
-Qué cosa crees que vamos hacer huevon
¿a pasar droga? Tu nomas sígueme y no jodas, ¿acaso no querías acompañarme?
José se sintió algo avergonzado
por lo que Ricardo había dicho y no dijo nada hasta llegar a la plaza
-Mira esa flaca de ha ya, esta ¡Mas
buena!
-¿Te parece que esta buena?
-A ti ¿no?
-Claro que sí, yo siempre me
levanto buenos culos.
José se sorprendió ante tal
respuesta, pensó que no debió haber dicho nada, pero era inevitable no ver
aquella mujer de cabellos rizados color castaño, de ojos color marrón, con
pecas en el hombro que le daba una especial sensualidad, con una diminuta
cintura que toda se la había ido a las caderas, pero sobre todo aquellas dos
fibrosas y firmes piernas blancas que resaltaban mas con aquella minifalda roja
que llevaba puesta, puta la
cague pensó el.
-Ya no te hagas paltas, y vamos
para presentártela-
------------------------------------------------------------------ VITU W.
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